Este cuento erótico que tengo es muy sabroso. Es para los que les gusta el buen sexo gay, en realidad una puta caliente, porque terminé teniendo sexo con dos hombres muy traviesos. Mi nombre es Murilo, y junto al mío vive una pareja gay, deben tener alrededor de 40 años. Y siempre me miran y me llaman sexy. Me da vergüenza y ni siquiera hablo mucho con ellos, porque son muy traviesos. Pero un día me pidieron que les lavara el carro y me iban a pagar un buen dinero. Como tenía 18 años y no tenía nada que hacer, decidí aceptarlo.
Y estaba lavando el auto y mojándome todo, y tuve que quitarme la camisa. Y los cabrones gay seguían mirándome y casi comiéndome con los ojos. Luego terminé de limpiar y me dieron casi 500 dólares, les devolví el dinero y dijeron que estaban locos. Que nadie le paga $500 a una persona solo por lavar su auto. Y los cabrones se miraban y se echaban a reír y decían que de donde salían esos 500 dólares había muchos más. Y uno de ellos ya sacó otros 200 dólares de su bolsillo y me los puso en la mano. Eran muy ricos, así que el dinero es lo que más tenían.
Estaba avergonzado con tanto dinero en la mano. Y vinieron besándome la cara y tomando mi pecho y me llamaron a su casa. Entré y me quedé boquiabierto, era una casa muy bonita y hasta tenía un videojuego y un televisor enorme. Y dijeron que todo podía ser mío también, solo necesitaba complacerlos. Pregunté cómo y los bastardos ya estaban pasando sus manos por mi pene. Estaba muy avergonzado, pero podría ganar mucho dinero con estos dos gays. Y decidi pasarme al ataque y ya me estaba sacando la pija dejando muy excitados a los cabrones.
Y yo estaba loco de lujuria en esta perra caliente y estábamos peladinhos. Los cabrones estaban locos de placer con esta intensa zorra. Saqué mi polla y estaban chupando intensamente haciéndome muy excitado. Y fue la primera mamada doble gay que estaba recibiendo y fue realmente caliente. Especialmente porque estaba ganando un buen dinero para dejar que esta pareja de hombres gay traviesos me chuparan la polla sin lujos. Uno de ellos estaba chupando la polla y el otro chupando mis buenos haciéndome sentir muy excitado.
Después de continuar con esta putada caliente, los cabrones se besaron y se pusieron a cuatro patas en el sofá de la sala y yo les estaba metiendo el dedo en el culo. Me pusieron lubricante en el culo porque mi polla era muy grande y les iba a abrir el culo aún más. Y yo estaba penetrando el culo de uno de los cabrones mientras le metía el dedo en el culo al otro. Y gemían intensamente cuando mi pene entraba con fuerza en el culo de estos cabrones gays.
Y para hacer que esta puta gay caliente sea aún mejor, comenzaron a turnarse para sentarse en mi polla. Primero fue el mayor quien se sentó en mi polla y me llamó sexy. Mientras tanto, el más joven besaba su boca y lo ponía a chuparle la polla. Y yo penetrando sin florituras el culo del cabrón. Y estaban intercambiando y les abrí el culo a cada uno de ellos. Y al final me siguieron chupando y me corrí en la cara de estos cabrones dejándolos sucios de leche.
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