Mi esposo travieso y yo tuvimos sexo con la sirvienta

Mi marido travieso y yo tuvimos sexo con la criada. Esta historia es muy reciente, sucedió hace 2 semanas aquí en mi casa. Mi nombre es Zoe, tengo 38 años y vivo con mi esposo Bernardo que tiene 43 años. No tenemos un hijo y por eso siempre estamos viajando y disfrutando de la vida. Porque los niños acaban privándonos de hacer muchas cosas. Y como a mi esposo y a mí nos encanta viajar y explorar todo México, preferimos no tener hijos.

Vivimos en una hermosa casa en Culiacán y para ayudar a cuidar esta casa contamos con la ayuda de Adriana, una chica de 23 años que trabaja aquí limpiando, cocinando y cuidando a nuestros perros. Es una joven muy responsable y su trabajo es realmente perfecto. Ella ha estado con nosotros durante 2 años, gana un gran salario y ama su trabajo. Y me di cuenta que mi esposo seguía mirando el trasero de Adriana.

Un día mirando su celular vi fotos que él tomó de su trasero acercándolas muy grandes para ver mejor. Terminé asustada, mi esposo podría querer cambiarme por ella, ya que Adriana es joven y tiene un lindo trasero. Así que decidí tomar acción, le pregunté si mi esposo la deseaba y quería saber si tendría sexo con ella. Con gran costo me dijo que si. Así que el otro día cuando llegó a casa del trabajo se llevó una sorpresa.

Mi esposo travieso y yo tuvimos sexo con la sirvienta

Ese día, ya había regresado temprano del trabajo, hablé con Adriana y le ofrecí 400 dólares a cambio de este servicio. Ella estaba muy contenta y dijo que sí, así que tomé el dinero del banco y se lo di. Mi esposo me llamó preguntando por qué tomé tanto dinero y le dije que era una sorpresa y que cuando llegara a casa se lo mostraría. Le puse mucha ansiedad que hasta salió temprano del trabajo y cuando llegó se sobresaltó.

Adriana y yo estábamos desnudos intercambiando besos calientes en la sala, le pedí que participara y vino todavía sin entender nada. Le dije que el dinero era para convencer a Adriana de tener sexo con nosotros, e incluso le pregunté si solo miraría. Luego se sacó el pene y Adriana y yo estábamos chupando caliente excitándolo mucho. Después de eso vino a chupar el coño y el culo enorme de Adriana, chupó mi coño y dijo que me amaba. Para que él se excitara aún más, Adriana comenzó a sentarse en su polla.

El bastardo golpeó el culo de la criada y la penetró intensamente. La traviesa gemía fuertemente y yo besaba su boca y chupaba sus pechos. Después de eso Adriana está a cuatro patas con mi esposo penetrándola fuerte y al mismo tiempo ella me chupaba el coño. Nos corrimos intensamente, tuvimos sexo durante casi 2 horas y fue realmente bueno. Mi esposo vino 3 veces ese día y estaba muy feliz. Ahora me quiere aún más porque le hice esta sorpresita.