Mi hermana se volvió loca y se sentó en mi pene

Mi hermana se volvió loca y se sentó en mi pene, así tuve muy buen sexo, pero no duró mucho. Terminé siendo sorprendido por mi hermana, ella tenía muchas ganas de follar y yo era el único que estaba allí en ese momento. Ella no tiene deseo por mí, y yo tampoco tengo deseo por ella, al menos yo no, ahora necesito ser honesto y decir que tengo deseo. Después de todo, tuvimos sexo caliente e intenso y penetré su coño.

Todo paso en nuestra casa hace como 3 meses, mi nombre es Pedro, tengo 22 años y vivo con mi familia en Culiacan. Soy yo, mis padres y mi hermana Daniela, una hermosa morena con un buen culo. Mi hermana solo tiene 18 años, ahora está comenzando a salir con sus amigos. Va a todas las fiestas, ya bebe y tiene sexo lo sé. La gente sigue diciendo que es un poco traviesa, y me doy cuenta de eso.

Un día le dieron una droga llamada éxtasis, más conocida como la droga del amor. Mi hermana consiguió esto de un amigo, se suponía que lo usaría anoche para una fiesta a la que fue. Pero tenía miedo y no usó la droga porque no quería hacerlo en público ya que nunca la había usado. Como no sabía cómo serían los efectos, no lo usó en la fiesta, pero lo usó en casa. Y ese día éramos solo ella y yo y fue entonces cuando sucedió todo.

Mi hermana se volvió loca y se sentó en mi pene

Estaba viendo la televisión en la sala cuando llegó mi hermana, ya desnudándose. Me quedé paralizado sin saber qué estaba pasando, hasta que ella se quitó toda la ropa y se acercó tratando de sacarme el pene. Le dije que se detuviera, pero la niña traviesa no me obedecía y vi que estaba realmente diferente a su estado normal. Y ver ese cuerpo perfecto frente a mí fue como una tortura, y ella insistió tanto que terminé cediendo.

Luego sacó mi pene y comenzó a sentarse muy sabroso encima de mi polla. Estaba muy excitado por esta zorra sentada, estaba realmente loca y muy cachonda. Me besó intensamente y se revolcaba muy bien, yo le agarraba el culo y me pedía fuertes cachetadas. Obedecí y le estaba golpeando el culo mientras ella gemía fuerte y agradable. Se sentó demasiado y me abofeteó diciendo que tenía demasiado calor.

Después de sentarse bien en mi polla, se puso a cuatro patas y me dijo que continuara. Y seguí penetrando con fuerza su coño hasta que terminó haciéndome correrme. Era un culo muy caliente, no estaba preparado y terminé disfrutándolo, aún tenía que seguir penetrándola. Aún después de haberme corrido estuve unos 15 minutos penetrando su coño hasta que ella también se corrió. El otro día mi hermana vino toda arrepentida disculpándose conmigo, me dijo que me olvidara de todo. Pero es imposible de olvidar porque fue un sexo muy agradable con mi propia hermana.