Mi nuevo jefe quiere tener sexo conmigo y terminé teniendo que dejarlo. Porque realmente necesito mi trabajo, y como fue muy difícil conseguirlo, tengo que hacer todo lo posible para mantenerlo. Mi nombre es Rafaela, tengo 25 años y trabajo en una tienda de repuestos para autos y camiones. Es una tienda muy grande porque exportamos repuestos a todo México e incluso a Estados Unidos. He estado trabajando aquí durante 2 años, incluso tuvimos que hacer una prueba para ver quién podía vender mejor, y lo hice y estoy empleado y me encanta este trabajo. Pero hace 2 meses terminé pasando por una situación muy complicada.
Mi jefe ya era muy viejo, se enfermó de covid y desde entonces empezó a tener complicaciones. Y hace 5 meses terminó falleciendo. En su lugar llegó su hijo Vinicius, un hombre de apenas 22 años que debía hacerse cargo de la empresa de su difunto padre. El problema es que también es un joven muy irresponsable y pervertido. Él ya está casado a esa edad y quiere tener sexo con todos los empleados aquí. Hace solo 4 meses que está al frente de la empresa y ya está causando un gran revuelo. Justo estos días despidió a un compañero de trabajo mío que no quería tener sexo con él. Y todos nos asustamos, muchos decidieron irse, porque esto está muy mal.
Es difícil encontrar empleo y por eso tenía miedo de que me despidieran y acabé haciendo lo que me pedía mi nuevo jefe. Un día me llamó a su oficina, me pidió que me sentara y dijo que necesitaba pruebas de que yo era realmente confiable. Dijo que quería aumentar mi salario y que lo triplicaría si aprobaba su examen. Quería ganarme todo ese dinero, pero luego me habló de la prueba y ya me desanimé. El bastardo dijo que si tenía sexo con él, mi salario aumentaría y ganaría mucho más. Me negué de inmediato, diciendo que tenía novio y que no podía engañarlo. Luego dijo que me despidieron, me descontrolé y terminé gritándole y me fui para la casa.
El otro día me quedé en casa y terminé arrepintiéndome de no haber aceptado la propuesta. Porque en unos días tenía que ayudar a mis padres a pagar el alquiler y me quedaría sin dinero. Así que decidí volver el otro día y dije que haría lo que me pedía, pero con una condición, solo lo haría una vez. Aceptó de inmediato, me dijo que cerrara la puerta con llave y corriera las cortinas. Le pregunté por qué y me dijo que haríamos lo que yo dijera.
En ese momento me volví a poner nerviosa, no tendría sexo con él en mi lugar de trabajo y con todos los que trabajan ahí. Dijo que podíamos ir a un motel a pasar la noche oa su casa. El cabrón dijo que quería tener sexo ahí en su oficina y que si no lo aceptaba me podía ir para que no le hiciera perder más el tiempo. Y con mucha rabia y tristeza cerré la puerta, cerré las cortinas y comencé a quitarme la camisa y le mostré mis pechos.
El bastardo vino y fue directo a mis pechos y comenzó a chuparlos, luego me llevó al sofá de su sala y me senté allí. Se desabrochó el pantalón y sacó un pene gigante, te juro que tenía como 24 centímetros, era el más grande que había visto. En ese caso ya comencé a sentir un calor porque nunca había visto un pene tan grande y delicioso como ese. Y lo chupé levemente dejándolo mega excitado, me excité y mordí más y más y me tragué esa enorme polla. Me tiró del pelo y dijo que tenía una boca muy bonita y que le encantaría conocer mi coño.
Abrí mis piernas y comenzó a penetrar este enorme pene en mi coño. Lo sostuve para no gemir de lujuria, era realmente un pene muy bonito y grande. Incluso parecía una estrella porno y eso me emocionó demasiado. Así que le dije que quería sentarme en su pene. Y yo me contoneaba de ganas dejando al bastardo cada vez más excitado. No pudo soportar otros 15 minutos conmigo sentada y se corrió demasiado. Me acosté y esperé a que se me pusiera dura de nuevo, luego comenzó a penetrar aún más fuerte hasta que yo también me corrí. Había dicho que sería solo una vez, pero no pude resistirme, y lo que sería solo una vez se convirtió en todos los días. Y lo mejor, realmente aumentó mi salario y ahora gano más dinero.
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