Mi padre llegó a casa borracho y me senté en su polla

Mi padre llegó a casa borracho y me senté en su polla y acabé teniendo el mejor orgasmo de toda mi vida. Mi madre vive en otro país, se fue a Estados Unidos para ganar un poco de dinero extra y darme una vida mejor. Y me dejó al cuidado de mi padre, un viejo borracho muy travieso al que no le importa nada, sólo bebe y ve la televisión.

Y un día llegué a casa también muy borracho porque había ido a una fiesta con mis amigos y acabé bebiendo mucho allí. Mi padre pensó que dormiría en casa de mi amigo, como siempre hago. Pero ese día decidí dormir en casa, abrí la puerta y acabé viendo a mi padre masturbándose viendo porno en la televisión. Y no pude evitar fijarme en el tamaño de su pene.

Era muy grande y grueso, así que entendí por qué mi madre seguía con él a pesar de que era un borracho vago. Tenía un arma especial, una polla enorme y muy gruesa y me acabó gustando mucho ver esa enorme polla. Y mi padre estaba muy avergonzado y se estaba guardando la polla, pero estaba muy dura y no le cabía ni en los pantalones.

Tuve sexo con mi padre travieso

Y no pude resistir y no pude quedarme mirando esa enorme polla. Como estaba borracho y muy excitado me acerqué a mi padre y estuve admirando su enorme pene sabroso. Y no dejaba de mirarme y acabamos intercambiando intensos besos, como los dos estábamos borrachos nos besamos. Y ya estaba agarrando esa enorme polla y sintiendo lo caliente que estaba.

Y al mismo tiempo sentí un enorme deseo de sentarme encima de él. Me levanté el vestido, me puse las bragas a un lado y empecé a sentarme sobre la enorme polla de mi padre. Me besó la boca y chupó mis pequeños pechos mientras me sujetaba el culo. Estaba sentada sobre su polla mientras le llamaba “Papá, papá travieso”.

Después de sentarme encima de su polla, le pedí que me penetrara de lado. Y me besaba la nuca, me besaba la cara mientras su polla entraba muy fuerte en mi coño. Y terminé corriéndome intensamente en este delicioso incesto hecho con mi padre borracho y bastardo. Y él después de un tiempo penetrando en mi coño acabó corriéndose dentro.