Te cuento como terminé recibiendo la mamada perfecta dentro de la escuela. Mi nombre es Raúl, estoy a punto de graduarme e ir a la universidad. Pero hay una materia muy difícil, el inglés, no puedo hablar bien el inglés y siempre me va muy mal en los exámenes. Y para poder graduarme tenía que salir bien en los exámenes, pero tendría que usar otros medios porque estudiar era muy complicado. Así que aproveché que mi profesora de inglés era una viejecita muy traviesa y decidí seducirla para poder salir bien en los últimos exámenes y quitarme ese problema.
Y después de haber hecho el examen final, esperé a que todos los alumnos se fueran, fui el último en terminar el examen. Y al final lo entregué y le dije a mi maestra que era muy hermosa. Estaba toda roja y avergonzada de haber recibido tal cumplido. Así que aproveché este momento y ya me saqué el pene. Me desabroché los pantalones y le mostré mi enorme polla al profesor travieso. Se le salieron los ojos de las órbitas y abrió la boca y babeó un poco e incluso dijo que era la polla más caliente que había visto en su vida. Sostuve su cabeza y ya puse el pene en su boca.
Ella se sorprendió y quitó su boca de mi polla, y estaba diciendo que eso estaba muy mal. Agarré su cabello y volví a meter mi polla en su boca con fuerza. Y le dije que lo chupara bien y eso fue lo que hizo. Ya tenía la polla en la boca, solo podía seguir mamando y practicando un muy buen sexo oral. Y eso fue lo que hizo, chupándome el pene con deseo y llamándome cabrón. Y yo poniendo la polla en su boquita y realmente se estaba poniendo muy caliente. Porque tenía unos labios muy carnosos e incluso unos pechos enormes que se empeñaba en enseñarme.
Esta madura traviesa decidió arriesgarse un poco más y se sacó sus grandes tetas. Seguí frotando mi polla en las tetas calientes de esta perra y mi polla se puso aún más dura. Era gorda, pero en realidad sus tetas eran perfectas y me excitaron con ellas en mi polla. La traviesa profesora siguió chupando y seguía acariciando mis bolas con sus suaves manos. Me emocionaba mucho con este cariño y le daba una bofetada muy débil. Y eso emocionaría aún más a la perra.
Como llevaba falda, la traviesa se apartaba las bragas y se metía los dedos en el coño. Y aun así no se sacó mi pene de la boca y lo chupó intensamente. Fue la mamada perfecta y me sorprendió mucho esta deliciosa madura chupándome la polla. Además de enseñar inglés, también enseñó a realizar un sexo oral muy sabroso e intenso. Y tuve que contenerme para no correrme en su boca, y tuve que esperar a que ella también se corriera. La traviesa metía cada vez más los dedos en su coño.
Y estaba chupando mi pene más y más fuerte y tomando mis bolas. Y después de unos minutos la zorra estaba disfrutando y chupando mi polla con más fuerza que incluso lo mordía. Y comencé a meterle toda la polla en la boca y estaba pasando mi mano por esos deliciosos pechos y tampoco me pude resistir. Y me corrí en su boca porque realmente me hizo una mamada perfecta y tuve que rociar leche sobre la perra. Y se lo tragó todo, se arregló la blusa manteniendo sus grandes pechos y me dijo que me fuera. Fue el mejor sexo oral que he tenido.
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