Soy una joven criada y me senté sabrosa en el jefe

Trabajo como criada y sentada sabrosa en el jefe. Soy una mujer respetuosa, me llamo Lorena, pero mi jefe se burlaba mucho de mí. Es un hombre de 43 años que sigue siendo muy guapo, caliente y fuerte. Él y mi jefe son abogados, ricos y viven en una hermosa mansión que da mucho trabajo limpiar. Estoy viviendo en la casa, tienen una pequeña habitación en la parte de atrás donde vivo junto con mi tía. En realidad, sólo estoy trabajando aquí por ella. Lleva casi 8 años trabajando aquí como cocinera, y necesitaban una empleada para ayudar a otra señora que está limpiando.

Así que mi tía me recomendó y hace 4 meses que trabajo aquí. Y desde hace unas dos semanas tengo relaciones sexuales con mi jefe. El señor Guilhermo, es muy amable conmigo, desde el primer día que nos vimos me miraba de forma diferente, de forma especial. Sólo tengo 22 años, soy una hermosa joven morena y tengo un culo muy grande. Esto hace que los hombres se pongan cachondos y debido a mi gran culo siempre quieren tener sexo conmigo.

Y con el Sr. Guilhermo no fue diferente, se entusiasmó conmigo y al cabo de unos meses no pudo resistirse. Un día llegó temprano del trabajo y mi madre estaba enferma ese día, así que tuve que hacer todo sola ese día. Mi madre estaba tumbada en el dormitorio y yo estaba limpiando el salón, y el señor Guilhermo entró y me miró. Le pregunté si necesitaba algo y me dijo que sí, que su habitación estaba sucia y que tenía que limpiarla. Fui corriendo a su habitación y me puse a barrer hasta que llegó y cerró la puerta. Me miró con cara de pervertido y empezó a abrirse los pantalones y a sacarse el pene.

Era una polla muy grande y gruesa, me dio vergüenza y se acercó a mí. Dijo que no podía aguantar más, que estaba loco y enamorado de mí. Me sujetaba por la cintura y yo sentía su enorme polla tocando mi coño. Luego intercambiamos besos intensos y deliciosos hasta que me tiró en la cama. Empezó a quitarme los pantalones y las bragas y empezó a chuparme el coño. Le pregunté si su mujer llegaría tarde y me dijo que sí. Y siguió chupándome, poniéndome muy cachondo.

Le dije que tenía que volver a limpiar la casa pero me dijo que tenía que seguir porque estaba muy excitado. Entonces su polla empezó a entrar en mi coño, me quitó la blusa y empezó a chuparme los pechos dejándome completamente mojada. Esa enorme polla me estaba excitando demasiado, y él seguía fuerte y caliente. Después de eso ya estaba muy travieso y a gusto, se tumbó en la cama y empecé a sentarme en su polla. Dejé al cabrón loco, me dijo que mi culo era el más caliente de todos mientras me sentaba y se sentaba sin parar.

Pero cuando me puse a cuatro patas no pudo aguantar 10 minutos y tuvo el mejor orgasmo de su vida. Se cayó en la cama y dijo que no podía soportar nada más. Luego me puse la ropa y me fui. Más tarde, esa noche, iba al baño y allí me esperaba el cabrón. Me llevó al baño y allí volvimos a tener sexo y esta vez tardó más en correrse y yo también tuve un delicioso orgasmo. Ahora estamos antes y casi todos los días me acuesto con este cabrón que está casado.