Soy una rubia de 18 años muy safadinha y di mi culo por primera vez por un negro cabrón muy sabroso. Se llama Otavio, es un empleado de mi padre y vino a cenar aquí en casa. Como a mi padre le gusta mucho, lo traje a cenar con mi madre y conmigo. Y no pude contener el deseo que sentía por este bribón y le acariciaba las piernas usando mis piernas.
Y la cerveza se acabó y mi padre tuvo que ir al supermercado a comprar más. Y mi madre fue a hacer el postre y yo me quedé hablando con Otavio, y lo llamé al baño. Fue y empezamos a besarnos muy bien, teníamos que ser rápidos porque mi padre y mi madre no podían sospechar nada. Porque mi padre cree que soy virgen hasta el día de hoy.
Y ya estaba sacando la polla de este negro travieso y estaba loco de lujuria. Era una polla enorme de casi 25 centímetros y ya la estaba chupando muy sabrosamente dejando a la traviesa loca cachonda. Se retorcía de placer con mi intensa y sabrosa mamada. Y para completar le acariciaba las pelotas traviesas para dejarle aún más excitado en este sexo rápido.
Y después de chupar intensamente esta polla saqué mis grandes pechos y los fui apretando sobre la polla del negro travieso dejándolo mucho más excitado. Después me levanté la parte inferior del vestido, me puse las bragas de lado y le pedí la polla. Me quedé mirando al espejo y sujetando el lavabo mientras el negro empezaba a penetrarme.
Sujetó con fuerza mi esbelta cintura y metió su gran polla hasta el fondo de mi coño. Tuve que gemir de dolor y le pedí que se pusiera más pantalones porque su polla era demasiado grande. Y la metió lentamente dentro de mí y yo estaba loca de lujuria porque era la polla más grande que había visto y experimentado y confieso que era muy sabrosa.
Y después le pedí que se tumbara en el suelo, obedeció y empecé a revolcarme intensamente sobre su grande y gruesa polla. El cabrón estaba muy excitado y me apretaba el culo mientras yo me revolcaba intensamente sobre su polla. Pero entonces oí el sonido del coche de mi padre que se acercaba y tuvimos que parar. Pero luego continuamos, sólo que en un motel.
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