Terminé teniendo sexo gay con mi padrastro caliente y tuve un orgasmo muy intenso. Mi nombre es Mateus, tengo 21 años y soy abiertamente gay, siempre lo he sido. Y tengo un padrastro, mi madre se divorció y conoció a un hombre llamado Diego, es un hombre fuerte de cabello oscuro y todavía bastante guapo a pesar de que tiene 48 años. Como trabaja como profesor de educación física en las escuelas, necesita mantener su físico al día. Y entonces surge el problema, después de los 18 años comencé a mirar a Diego de otra manera y esto fue creciendo cada año.
Y hace 5 meses terminé entregándome por completo a él. Diego tampoco pudo resistirse y terminó cediendo también a este deseo de sexo conmigo. De hecho, yo también estaba bromeando mucho. Como nadie aquí en casa tiene prejuicios contra los homosexuales, tiendo a caminar con mucha libertad. Uso shorts muy cortos, camino por la casa en ropa interior porque a veces me gusta usar ropa de mujer. Especialmente cuando estoy en casa, y un día quería bromear con él aún más. Mi madre se había ido de viaje a visitar a mi abuela que estaba enferma. Me quedé en casa con mi padrastro Diego.
Entonces decidí que ese día me entregaría por completo a él, porque ya no podía contenerme más. Realmente necesitaba sentir esa polla dentro de mi culo. Y se decidió que ese día lo haría, así que me encargué del look. Me puse un vestido muy corto y ceñido, me puse las bragas más provocativas que tuve ese día. Para colmo, hasta me puse mucho perfume para que le oliera bien a mi padrastro. Llegó a casa del trabajo y yo estaba en la sala vestida así y tomando una copa de vino. Lo llamé para que me acompañara y aceptó gustoso, tomó una copa y se sentó a mi lado.
Así que empezamos a beber y comencé a llevar nuestra conversación al lado sucio. A mi padrastro le gustó y empezamos a hablar de sexo, de nuestras aventuras sexuales. Se sorprendió cuando le dije cuántas cosas ya había hecho, en realidad estaba bastante interesado. Y me acerqué más y más hasta quedar pegada a su costado y comencé a pasarme la mano por las piernas y me fui levantando el vestido muy discretamente. Mi padrastro no podía quedarse mirando, y con muchas ganas se acercó y me besó en la boca. Me lancé con todo, tiramos los vasos al suelo e intercambiamos besos intensos.
Ya estaba levantando mi vestido y me senté en su regazo. No podía creer que en realidad me estaba besando. El bastardo tomó mi culo con fuerza y rasgó mis bragas. Dijo que estaba mucho mejor sin él, así que se sacó el pene y pude ver lo grande que era. Ese lindo pene luego entró en mi trasero, pero me dolía mucho, así que me bajé y fui a mi habitación a buscar lubricante. Volví con el culo todo manchado, lubriqué su pene y luego me senté en su regazo y me estaba penetrando el culo.
Me aferré a sus fuertes hombros y él estaba poniendo su pene más y más duro dentro de mi culo. Luego me puse a cuatro patas en el sofá, me dejé el culo muy erguido y me empezaron a meter más penes en el culo. Y le pedí que me levantara, me quedé en sus brazos después de eso y me estaba penetrando aún más fuerte. Y así se corrió en mi trasero y yo también me corrí, untando esperma por todas partes. Estábamos muy emocionados, ya que mi madre todavía regresaba el otro día y tuvimos mucho sexo. Y ese día tuvimos sexo toda la tarde y toda la noche. Era demasiado sabroso y mi trasero realmente ardía y me dolía, pero valió la pena.
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