Tuve mi primer anal y solo tengo 18

Tuve mi primer anal y solo tengo 18 años. Mi nombre es Joana, solo tengo 18 años y quiero contarte mi primera experiencia con el sexo anal. Todo pasó aquí en casa, esto fue hace apenas 2 meses, y fue con el vecino, un señor un poco mayor, de 30 años llamado Roger. Es un moreno fuerte y caliente que me dejo mega excitada. Siempre está corriendo alrededor de la cuadra sin su camisa, y eso me excita mucho.

Un día no me pude resistir, a pesar de que sabía que estaba casado decidí tomar acción. Y comencé a correr junto con él al mismo tiempo que pasaba. Y terminamos acercándonos cada día. Yo siendo una joven rubia flaca con un culo muy grande, lo estaba excitando mucho. Y un día no pudo resistirse, me llamó a su casa y fui. Como su esposa estaba en el trabajo, dijo que podíamos ponernos cómodos.

Me dio un poco de agua y se quedó mirándome y yo estaba avergonzado y también emocionado. Y terminamos intercambiando besos calientes, hasta que me llevó a la sala diciendo que quería tener sexo conmigo. Me preguntó si ya había hecho eso y le dije que sí, así que primero me quitó la camisa. Y estaba locamente cachondo mirando mis pechos, luego comenzó a chuparlos y me mojó. Y le saqué el pene mientras me besaba en la boca.

Entonces el bastardo me llevó al sofá y me senté allí esperando a que viniera con su enorme pene y me lo metiera en la boca. Estaba chupando y mirándolo toda feliz de finalmente estar cumpliendo mi mayor deseo sexual que era tener sexo con este hombre tan caliente. El bastardo estaba poniendo este pene fuerte dentro de mi boca y después de chupar mucho me abrió las piernas, me quitó los pantalones pegados y comenzó a chuparme intensamente y estaba toda mojada de cachonda.

Hasta que empezó a meter su gran polla caliente haciéndome mojarme por completo. Ese pene grande y bonito estaba entrando con fuerza dejando mi coño hasta rojo. Y como soy blanca, mi coño se estaba poniendo cada vez más rojo porque me penetraba muy fuerte y eso me dejaba muy caliente. Pero estaba demasiado sabroso, y el cabrón me dijo que me pusiera a cuatro patas e hice lo que me pedía.

Entonces el bastardo comenzó a penetrar mi coño con fuerza y ​​tirar de mi cabello. Me sentía como una verdadera actriz porno con ese pene caliente entrando sin frescura. Me tiró del pelo con fuerza y ​​me golpeaba sin parar haciéndome emocionarme por completo. Hasta que no pude contenerme más y terminé disfrutando de que ese cabrón penetrara muy fuerte. Y poco después vino también, así que estábamos muy emocionados. Me aseé, él limpió toda la habitación y volví a casa y después de ese día empezamos a hacerlo más a menudo y siempre bien escondidos.