Tuve sexo con las madres de dos de mis alumnos

Tuvo sexo con las madres de dos estudiantes más. ¿Qué harías si dos mujeres hermosas y traviesas quisieran sexo? Por supuesto que tendrías mucho sexo con ellos, y yo tenía que hacer lo mismo. No me arrepiento de haberlo hecho, pero confieso que no lo volveré a hacer porque quiero evitar problemas. Si fueran dos mujeres solteras y libres, no tendría mayor problema en tener sexo con ellas, pero como son dos mujeres casadas, tengo que tener cuidado. Así que tuve que dejar de tener sexo con estas dos mujeres traviesas.

Pero esta historia había que escribirla y contarla, no podía guardármelo para mí. Por supuesto, no voy a revelar la identidad de estas dos mujeres, pero necesito contarles cómo fui a tener sexo con las dos madres de mis alumnos. Así es, fue con los dos al mismo tiempo, realmente un momento que nunca olvidaré ya que fue la primera vez que lo hice. Y creo que el último porque nunca volveré a tener una relación con mujeres casadas, puede ser demasiado peligroso.

Mi nombre es Marco, tengo 38 años y trabajo en una escuela aquí en Guadalajara. Soy una clase para jóvenes que ya están en su último año de colegio y a un paso de ir a la universidad. Y hay 2 jóvenes en particular de los que terminé haciéndome amigo. Jorge y Pedro, son 2 jóvenes que estaban teniendo dificultades en mi materia, el inglés. Soy profesora de inglés, vivía en Albuquerque y llevo 3 años aquí en México. Como era difícil encontrar trabajo, vine a enseñar inglés aquí en Guadalajara.

Tuve sexo con las madres de dos de mis alumnos

Tengo familiares que viven aquí, pero hoy tengo mi propia casa y logro tener más dinero que antes porque ahora tengo un gran trabajo. Y estos 2 jóvenes tienen el sueño de irse a vivir a Estados Unidos, y como tienen dificultad en el inglés, comencé a darles clases particulares gratuitas a los dos jóvenes. Y un día sus madres vinieron a agradecerme personalmente. Marta y Sonia, dos morenas mexicanas muy calientes. Un día trajeron un pastel en agradecimiento y los invité a pasar.

Estábamos hablando y ellos seguían mirándome con ganas. Marta la traviesa dijo que quería agradecerme la ayuda que le estaba dando a su hijo. Dije que ya me había dado las gracias con el pastel, pero se arrodilló y me sacó el pene. Le dije que se volviera loca, pero luego vino también Sonia y así las dos me sacaron el pene y me empezaron a chupar. Me puse locamente cachonda y no pude controlarme más y dejé que me chuparan el pene.

Después de eso, uno a la vez, comenzó a sentarse encima de él, lo que me emocionó mucho. Estaban desnudos y yo también, se sentaron en mi pene, besaron mi boca. Estaba chupando el coño de las dos, ellas estaban a cuatro patas y penetraba fuertemente el coño de cada una de ellas. Tuvimos sexo toda la tarde y les hice venir a los dos. Se fueron, pero al día siguiente Pedro dijo que su padre se enteró de lo que hice, así que tuve que volver a Albuquerque por tener sexo con una mujer casada. Así aprendí que no se puede codiciar la mujer de otro.