¿Quién no ha querido nunca poder follarse a su joven cuñada que tiene 18 años? Llevo casado 10 años y mi mujer tiene una hermana nínfula muy guapa que ahora tiene 18 años y me hace mucha ilusión. Ella viene a visitarnos cada 6 meses de vacaciones y ahora esta última vez me emocioné mucho al verla. Porque la joven se convirtió en una deliciosa morenita de pechos perfectos y un culo gigante muy caliente. Y me volví loco viendo esta nueva rabuda.
No podía mantener mi polla en mis pantalones y tuve que hacerle una visita a esta jovencita cuando se fue a dormir. La puerta no estaba cerrada y entré a la habitación y encendí la linterna de mi teléfono celular. Estaba acostada en un camisón corto y se podía ver parte de su trasero. Y no llevaba bragas y tuve que acercarme mucho para comprobar lo perfecto que era su coñito.
Y su culo muy caliente, le levanté con cuidado el camisón y pude ver ese culo enorme, muy caliente. Y de la emoción ya le tapé la boquita con la mano y la agarré fuerte y la joven no pudo salir corriendo. Se despertó toda asustada y yo ya con el pene afuera comencé a penetrar su caliente coño. Y me excitó mucho mi polla gruesa entrando en ese delicioso coño joven. Trató de huir pero logré colgarla bien.
Estaba metiendo toda mi polla dentro de su coño y no podía hacer nada porque la estaba abrazando con fuerza. Y estuvimos codo a codo conmigo metiéndole mucho pene en ese chochito caliente y caliente volviéndola loca. Estaba muy enojada pero después de un tiempo se cansó y dejó de pelear conmigo y empezó a aceptar que había perdido esa pelea. Y mi polla entraba en acuerdo dentro de ese delicioso coño carnoso.
La estaba follando un poco más y terminé disfrutando de ese coño caliente. Y cuando llegué y unté a la joven con esperma, la solté y me escapé. Y me fui a mi cuarto a dormir, y el otro día me desperté muy asustado pensando que ya se lo había dicho a mi mujer. Por supuesto que negaría todo ya que sería su palabra contra mi palabra. Y el otro día me desperté para desayunar y ella estaba muy tranquila ahí.
Pero mi mujer no me dijo nada y vi que no me lo había dicho. Y me pregunté si a ella le habría gustado lo que pasó anoche. Pero no, el mismo día que se fue, inventó alguna excusa y se fue, y hace tiempo que no vuelve. Pero no pude evitarlo, tuve que actuar y tuve sexo con mi cuñada traviesa a pesar de que ella no quería darme su coño voluntariamente. Pero usando la fuerza conseguí lo que quería y me di cuenta de mi fetiche por follarme a mi cuñada de gran rabo.
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