Mi nombre es Mónica y tuve sexo en el estacionamiento donde trabajo con uno de los guardias de seguridad de la empresa. Hace tiempo que quiero tener sexo con esta morena alta y fuerte que es la guardia de seguridad del banco donde trabajo. Y él siempre está mirando mi culo y el otro día me llamó caliente. He estado casada durante 10 años, pero mi esposo no es tan importante cuando se trata de sexo. Y como estaba deseando recibir una buena polla en el coño terminé engañando a mi marido con esta gran polla traviesa.
Todo esto sucedió hace aproximadamente 3 semanas y no me arrepiento en absoluto de haber engañado a mi esposo. Eso es porque no me folló como debería y tenía que encontrar a alguien que satisficiera mi deseo de sexo intenso. Y me vi obligado a follar con el guardia de seguridad que era una morena muy traviesa que seguro me iba a poder dejar con el coñito rojo y desollado. Y eso fue lo que pasó, tuve sexo intenso y delicioso en el estacionamiento donde trabajo con este cabrón adicto al sexo.
Poco tiempo después me dijo que ya se había follado a varios compañeros de trabajo. Y que todas lo buscan porque sus maridos ya no son capaces de hacerlas felices a la hora del sexo. Y yo era otro que necesitaba los servicios de este guardia de seguridad caliente que tiene una polla enorme.
Y no exagero cuando digo que su pene es demasiado grande. Tiene casi 22 centímetros de pene y todavía sabe follar caliente y es muy fuerte y rudo durante el sexo. Terminé con un coño realmente doloroso después de tener relaciones sexuales durante solo media hora con este chico.
No pude ser una esposa fiel y tuve que llamar a este guardia de seguridad bastardo para follar. Me dijo que el mejor lugar era en el estacionamiento a la hora del almuerzo. Donde todos salieron a almorzar y él estaba solo y cachondo. Y ese día le dije a mi esposo que no podría almorzar con él y que me quedaría en el trabajo. Aceptó con calma y a la hora de comer me dirigí al estacionamiento del edificio. Llegando allí el cabrón me tomó por detrás y me dio un susto. Y estaba poniendo su polla dura en mi culo y llamándome puta.
Me llevó al estacionamiento y me levantó la falda, me dejó a un lado las bragas y metió su gruesa polla. Estaba muy excitada con ese enorme pene entrando muy sabroso dentro de mi coño. Y el bastardo todavía me colgó mientras empujaba esa enorme polla con fuerza en mi delicioso coño. Y seguía llamándome zorra y diciendo que follé mucho mejor que mi marido cornudo.
Y me quedé allí con las piernas abiertas dejando que esa polla gigante entrara y saliera de mi coño con poder. Luego me puso a cuatro patas encima de la silla y me folló el coño más brutalmente. Me estaba golpeando el trasero y llamándome puta.
Y yo estaba toda emocionada con esa polla gigante dejando mi coño todo magullado. Pero fue realmente bueno, porque no me habían jodido así en años. Y realmente estaba disfrutando de ese sexo salvaje. Y en poco tiempo llegué con placer a este sexo en el estacionamiento del lugar donde trabajo.
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