¿Qué pasaría si te estuviera cuidando una enfermera privada? Y si ella fuera mucho más muy caliente, ¿qué harías con ella? Tuve sexo forzado con una enfermera con los pechos grandes. Soy una persona muy rica de 65 años y recientemente he estado muy enferma. Ya es mayor de edad y para que me cuiden mis hijos he contratado a una enfermera privada. Como tuve que jubilarme de la empresa que fundé, ahora que soy bastante mayor me he tenido que quedar en casa para que mis hijos continúen con mi legado. Pero estoy demasiado viejo para trabajar, porque para el buen sexo todavía tengo energía de sobra.
Como te dije, la enfermera contratada por mis hijos era una delicia para una mujer de pechos grandes y muy sabrosos. Incluso llegué a pensar que era una prostituta de lujo, y como yo estaba en casa muy aburrida porque mi mujer ya es bastante mayor y ya no folla. Tuve que coquetear con esta deliciosa enfermera cachonda con las tetas grandes y calientes. Me acerqué a ella y trató de irse pero yo tenía una pistola eléctrica y le di unos buenos golpes a la niña traviesa que dejó en la cama. Ay ya aproveché y le puse las esposas a esta traviesa para no correr el riesgo de que se escape.
Para ponernos cómodas, la dejé sobre la cama y comencé a quitarle la ropa blanca de enfermera. Ella gritaba más como estábamos solos y la casa era bastante grande podía gritar a su antojo que nadie la iba a poder ayudar. Y comencé con la mejor parte de todas, arrancándole el sostén y cayendo en las perfectas tetas grandes que tiene. Y yo estaba chupando muy sabroso las tetas perfectas de este travieso. Pero ella estaba gritando demasiado y ya me estaba poniendo nervioso. Así que decidí hacer lo que tenía que hacer durante mucho tiempo.
Fui a la caja fuerte y saqué dos mil dólares y se los puse en las manos. Luego solté las llaves y cuando ella se estaba alejando le dije que habría mucho más de donde venían esos 2 mil y que ella tendría mucho más y eso cambiaría su vida. Parecía pensativa y no se vistió rápidamente. Entonces me sorprendió, me preguntó si estaba diciendo la verdad. Y para mostrar mi buena fe tomé otros mil dólares y se los di. Como tengo mucho dinero, no me lo perdería. Al contrario me estaba poniendo muy feliz porque estoy harto de joder putas.
Y tener a esa enfermera, una mujer normal realmente sexy era todo lo que quería. Y la traviesa ni siquiera se puso la ropa, de hecho se quitó el resto de las bragas y nos fuimos a la cama donde esta zorra empezó a besarme y a restregar sus grandes tetas en mi cara. Estaba chupando los enormes pechos de la perra mientras le golpeaba el culo y ella se movía muy bien en mi pene. Luego estaba frotando sus enormes tetas en mi pene y mirándome con su cara de puta. Y yo sabía que toda mujer tiene su precio y el suyo era muy barato.
Entonces esta pequeña traviesa se puso a cuatro patas con su hermoso culo en alto. Y yo estaba penetrando su coño caliente sin lujos. Estaba abofeteándome muy fuerte mientras ella me llamaba bastardo. Y luego quise hacerme una corrida bien caliente, le pedí que siguiera mostrándome sus gigantescos pechos y terminé corriéndome en ellos y en la cara de esta traviesa. El otro día perdió la diversión y pedí llamar a la próxima víctima para poder jugar muy bien con ella. Después de todo, para eso tengo dinero, para pagar diferentes experiencias que me emocionan mucho.
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