Tuve sexo toda la noche con mi hermana menor virgen. Ahora os contaré cómo fue ese momento de intensa calentura que tuve con mi propia hermana. Una joven blanca y perfecta, de piel suave y hermosa, delgada, con pelo largo y hermosos pechos. Y lo que más me excita de mi bella hermana es el culo grande y caliente que tiene, a pesar de ser delgada.
Después de que mi hermosa hermana cumpliera 19 años me estaba poniendo muy cachondo por ella. Más aún porque siempre andaba por la casa en bikini y yo miraba ese culo perfecto. Incluso empecé a soñar con el culo de mi hermana menor. Soñé que teníamos sexo caliente y que ella me dejaba tomar su virginidad. Y un día me desperté y el sueño era muy real y después de ese día no pude dejar de pensar en ella.
Hasta que un fin de semana, hace unos 6 meses, acabé haciendo realidad este sueño. Cuando nuestros padres se fueron por su aniversario de bodas. Me dejaron a cargo de la casa y me dijeron que cuidara de mi hermosa hermana. Decidí cumplir con lo que decían y fui más allá de lo que pedían. El primer día por la noche decidí ir a la habitación de mi hermana. Sólo quería verla a través de la cerradura de la puerta antes de ir a dormir.
Y acabé muy sorprendido porque no estaba durmiendo, estaba jugando con un pene de goma y masturbándose viendo vídeos pornográficos. Esto me dejó empalmado y no podía quedarme mirando, entré en la habitación con el pene ya fuera y mi preciosa hermanita se llevó un gran susto. Y empecé a decir que realmente quería tener sexo con ella y que sería mucho más placentero para ella tener sexo conmigo en lugar de usar una polla de goma para tener orgasmos.
Se quedó pensativa y no quise perder el tiempo, así que me acerqué a ella. Y empecé a besar su boca, no intentó apartarme de ella y después de besarla empecé a chupar sus preciosos pechos. Y mi joven hermana se entusiasmó, me llamó acalorada y me pidió que guardara el secreto, me hizo prometer que nunca se lo diría a nadie. No lo hice, sólo estoy escribiendo aquí y no hay forma de que nadie sepa quién soy, así que lo cuento todo aquí en este relato erótico.
Le pedí que me chupara la polla y la safadinha se la tragaba y chupaba muy sabroso. Mientras tanto, yo sostenía sus hermosos pechos y eso la excitaba aún más. Me dijo que estaba un poco nerviosa porque nunca había tenido sexo en su vida. Le dije que se quedara tranquila y empecé a chuparle el coño, muy despacio y la fui chupando y volviendo loca de lujuria. La flaca traviesa se retorcía en la cama y pedía más. Y después de eso estuve penetrando su delicioso coño y ella tuvo un enorme placer.
Mi hermosa hermana estaba entonces sentada sobre mi polla y eso me puso muy cachondo. Le besé la boca y ella se revolvió muy lentamente para no hacerse daño en el coño. Tuvimos un sexo intenso y delicioso, nos corrimos varias veces y este es mi secreto, tengo sexo con mi propia hermana y le encanta.
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