Chupé a mi compañero de clase para que pudiera tomar mi examen

Se la chupé a un compañero de clase para que me hiciera el examen. Debes estar pensando que soy la joven más sexy de México, pero fue una medida desesperada la que tomé. Mi nombre es Lais, tengo 18 años y vivo en Tijuana, ya estoy en el último año de la escuela y finalmente voy a ser libre para ir a la universidad o hacer lo que quiera. Ya que ahora soy mayor de edad y mi propia persona, pero había algo que me estaba molestando. La química, la materia más difícil del universo, y yo era bastante mala en eso.

Y en el último examen del año prácticamente tenía que sacar la nota máxima, y ​​no sabía nada. Tengo mucha dificultad en esta materia, y nada de lo que explica mi maestro entra en mi cabeza. Gabriel, el nerd de mi clase, sabe todo sobre cada tema. Solo vive estudiando, no sale, no disfruta de la vida y sigue siendo virgen. Ya tiene 18 años y todavía no ha tenido sexo con ninguna chica, solo besó a una chica de nuestra clase que ni siquiera es bonita.

Debes estar preguntándote por qué estoy hablando de Gabriel, él es el más inteligente y necesitaba su ayuda. Y con mucho cariño le pedí que me hiciera la prueba, y me dijo que igual le besaría la boca. Él se negó, dijo que nunca quise tener nada que ver con él y que siempre acudía a él solo para pedirle ayuda. Insistí y aun así no me quiso ayudar, me dijo que me haría la prueba si accedía a hacerle un sexo oral muy sabroso.

Chupé a mi compañero de clase para que pudiera tomar mi examen

Me negué enseguida, es muy feo y no quería chuparle el pene. Pero luego, cuando llegué a casa y traté de estudiar para el examen, vi que no sabía nada. Estaba perdido, me iría muy mal en el examen y podría no aprobar el año y mis padres pelearían mucho conmigo. También extrañaría mi viaje a los Estados Unidos que mis padres me habían prometido. Así que tuve que llamar a Gabriel y decirle que aceptaría el trato y le chuparía la polla.

Tuve que ir a la casa de ese cabrón y cuando llegué estaba muy feliz. Salude a sus padres y subí a su cuarto, llegando allí el cabrón cerró la puerta con llave y ya se estaba sacando el pene. De hecho, estaba muy feliz y un poco nervioso y eufórico, después de todo, nunca antes había dejado que una chica le chupara la polla. Y cuando se sacó el pene hasta me asusté, era bastante grande, lleno de venas y muy grueso también, lástima que fuera tan feo.

Le estaba chupando la polla al bastardo, me arrodillé y lo estaba acariciando, haciéndole una paja. Al mismo tiempo chupé intensamente el pene de Gabriel, excitándolo mucho. Sostuvo mi cabello y trató de agarrar mis senos mientras yo lo chupaba intensamente, deseando que todo terminara muy rápido. Y en otros 4 minutos de mamar el cabrón ni me avisó y se corrió en mi boca y me lo tuve que tragar todo. Cumplí con mi parte del acuerdo y al día siguiente me hizo el examen y obtuve la máxima puntuación. Y vi que realmente valía la pena haber mamado a ese cabrón.