Follando a mi cuñada en la piscina y corriéndome caliente. Hoy quiero dejar constancia aquí de una historia real del día que terminé teniendo sexo caliente con mi cuñada. Ella es una mujer de 37 años, muy caliente, tiene unos pechos preciosos y además un culo sensacional. Comienzo primero dejando muy claro que todo esto sucedió porque ella me provocó. Por supuesto que nunca intentaría tener sexo con la esposa de mi hermano. Pero como fue el travieso quien tomó la iniciativa, me quedé callado. Porque la única manera de no tener sexo con ella es si la golpeo, pero como estoy en contra de eso, tuve que callarme.
Así la traviesa se aprovechó de mí y terminamos teniendo un buen sexo. Hoy en día, ya ni siquiera la veo mucho porque me mudé a otra ciudad. Conseguí un trabajo en otra ciudad y tuve que irme. Y confieso que todo entre nosotros pasó una sola vez, después de ese día nunca más volví a tener contacto con ella. Porque confieso que terminé realmente arrepintiéndome de haber tenido sexo con la esposa de mi hermano. E incluso en su piscina, que era aún peor. Pero ya basta de lo arrepentido que estaba, solo te contaré cómo sucedió todo.
Mi hermano tenía covid y decidí quedarme unos días en su casa para ayudar a cuidarlo. Como ya tiene 48 años, necesitaba cuidados especiales ya que está gordo porque nunca se molestó en hacer ejercicio. Y no vivo en la misma ciudad que él, porque estoy pasando un tiempo en los Estados Unidos. Pero conociendo esta condición regresé a México. Estaba en los planes quedarme una semana con mi hermano y como hacía mucho calor un día decidimos ir a la piscina. Como tiene una piscina enorme en su casa, terminamos yendo allí todos los días.
Y su esposa Alice parece haber disfrutado mucho el hecho de que yo solo estaba en bañador bañándome. Me miraba de otra manera, con ganas y eso hasta me estaba poniendo un poco incómodo. Como mi hermano tenia covid no se podia quedar en la piscina con nosotros, solo estaba en la habitacion. Íbamos con tapabocas y le llevábamos comida y la única compañía que tenía era Alice, su mujer, que no dejaba de mirarme. Y un día muy caluroso en la piscina me dio un poco de vodka, empezamos a beber y hablar y yo me emocionaba más y más. Y Alice se estaba volviendo cada vez más pervertida y decidió ir tras de mí.
Al mismo tiempo me alejé, pero ella se sacó los senos y me agarró. Miré esos lindos pechos grandes y en ese momento perdí el control, terminé besando la boca de Alice. Ella frotaba sus grandes pechos en mi boca y yo la chupaba sin florituras dejando a esa traviesa muy excitada. Luego se quitó las bragas y se tiró en mi regazo, me quitó el chupete y estuvo acariciando mi pene. Dejándome completamente emocionado, estaba metiendo mi pene dentro de su coño caliente. Y yo estaba penetrando con fuerza mi polla en su coño y la traviesa gimiendo sabroso me pedía más.
Mi polla entró en su coño con fuerza mientras chupaba sus pechos perfectos. Y así acabé corriéndome en su coño y ensuciamos toda la piscina. Hice venir a la mujer traviesa y rápidamente me fui y ya me puse el traje de baño y corrí a la habitación arrepintiéndome de lo que hice. Pero confieso que después de pensar y recordar lo sucedido acabé disfrutando mucho teniendo sexo con ella. Sobre todo en la piscina de casa de mi hermano cornudo.
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