Fui a limpiar la piscina y terminé penetrando a la joven rubia. Mi nombre es Guilhermo, tengo 24 años y trabajo en la empresa de mi padre. Vendemos piscinas premontadas y ayudamos a proporcionar mantenimiento a quienes compran nuestra piscina. Y una familia rica compró la piscina más grande que teníamos. Y todas las semanas voy allí para limpiar y embellecerla. Fue allí donde conocí a Sofía, una jovencita rubia de apenas 18 años, muy bella y perfecta.
Es hija de los dueños de la casa y por la tarde se queda en casa estudiando. Como va a la escuela por la mañana, por la tarde estudia y se queda en casa tranquila. Como sus padres son ricos, no tiene muchas preocupaciones en su vida. Y hace como 3 meses que no asisto a esta casa todos los jueves. Limpio la piscina y me voy, pero desde hace unas semanas esta joven está acostada en la cama cada vez que vengo a limpiar la piscina. Y hace como 2 semanas terminé teniendo sexo con ella y les cuento como pasó todo.
Era jueves como siempre, comencé a limpiar la piscina y la joven rubia vino en bikini. Pero esta vez se quitó la parte superior y no pude dejar de mirar. Sus pechos eran hermosos, son hermosos, muy grandes y deliciosos. No podía quitarle los ojos de encima y me preguntó si me gustaba, tenía que ser sincero y le dije que me gustaba mucho. Luego para completarlo se quitó la parte de abajo, estaba sin braguitas, levantó su trasero y me preguntó si me gustaba.
En ese momento no me pude resistir, ya estoy casado, pero tenía que engañar a mi esposa. Esta joven rubia estaba muy buena y tuve que acercarme a ella. La traviesa estaba acostada con las piernas abiertas, me acerque mucho y comencé a acariciar y tocar sus piernas, y fui subiendo hasta llegar a su coño. Donde puse mi dedo y le puse la piel de gallina. Luego agarré sus hermosos senos y comencé a chuparlos.
Después de eso, la joven traviesa me besó en la boca, me acosté a su lado en la silla de descanso y me sacó el pene. Intercambiamos besos calientes y luego ella comenzó a chupar mi pene excitándome mucho. Gané un sexo oral de calidad realizado por esta joven traviesa. Después de eso, ella estaba sentada encima de mi pene, para colmo, todavía frotaba sus hermosos senos en mi boca mientras se sentaba.
Todavía tomé a esta joven a cuatro patas, ella dejó su hermoso culo posado, yo me quedé atrás sosteniendo su delgada cintura y penetrando mi polla en su coño. En poco tiempo se vino esta joven y yo también, le dejé el coño todo sucio de esperma, después de eso volví a limpiar la piscina y me fui. Ahora, cada vez que voy allí, esta chica traviesa quiere tener sexo conmigo. Y como está muy caliente no me puedo resistir y necesito follármela intensamente. ¿Y tendrías el coraje de hacer lo mismo, incluso si estuvieras casado?
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