Mi hijo llegó borracho y me senté caliente. Hoy os voy a contar todo sobre un sexo muy sabroso e intenso hecho sin florituras entre mi hijo y yo. Lo que les voy a contar ahora es sobre el día que terminé teniendo sexo con él. No quería hacer esto, pero él se burlaba de mí aunque no tenía la intención de hacerlo, y era difícil contenerme. Como estaba desnudo y su pene era bastante grande, después de crecer nunca había visto lo grande que era. Y me asusté al verlo así.
Mi hijo tiene 23 años, todavía vive conmigo, su papá y yo nos separamos hace años, desde entonces solo somos él y yo. Y un día no me pude resistir, él llegaba de una fiesta, estaba muy borracho y yo estaba viendo la televisión, estaba completamente loco, había consumido otras cosas además de la bebida creo. Le pregunté si estaba bien y se acercó a mí y me besó en la boca y dijo que estaba muy feliz, fue a la habitación y me sorprendió todo eso.
Así que rápidamente fui a su habitación para ver qué estaba pasando con él. Estaba acostado desnudo en la cama y vi ese enorme pene. Me miró con una sonrisa y dijo que estaba demasiado deliciosa. Estaba desconcertado, pero un calor enorme subió entre mis piernas. Sé que lo correcto sería que lo dejara en la habitación y esperara al otro día para pelear con él y averiguar en qué estaba loco. Pero él diciéndome eso y su enorme pene ahí frente a mí…
No pude evitarlo, estaba sin aliento, estaba derribado con una erección, y luego tuve que ir con él ya que se me acercó hablando toda esa mierda sucia. Estaba muy loco, el otro día me dijo que usaba esa droga que se llama éxtasis. Me senté a su lado y comencé a acariciar su enorme pene, se puso aún más fuerte y terminé besando su pene y chupándolo, en ese momento había perdido el control, llevaba días sin sexo y ver ese enorme pene me hizo muy emocionado.
Así que dejé de chuparlo y comencé a besar su boca, me quitó la pijama y terminé completamente desnuda. Nos besamos y él estaba penetrando su pene en mi coño. Le pedí que parara, pero minutos después seguía besándome y lo intentó de nuevo y terminé dejándolo. De esa manera su enorme pene entraba en mi coño y me mojaba mucho. Era demasiado sabroso este pene entrando y terminé cabalgando encima de él.
Estaba sentada sobre mi propio hijo y así terminé corriéndome porque su pene era demasiado grande y delicioso. Después de 10 minutos de sentarme locamente sobre la polla de mi propio hijo, me vine caliente y lo obligué a correrse también. Luego terminó durmiendo, el otro día fui a hablar con él, me arrepentí de lo que hice. Pero él no recordaba nada de lo que pasó entre nosotros, y preferí no decir nada, solo dije la parte de que estaba muy borracho, se disculpó y prometió no usar más de eso. Sé que estuvo mal, pero confieso que estaba muy rico.
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