Cada vez soy más adicto a follarme a mi tía

Cada vez soy más adicto a follarme a mi tía. Su nombre es Valentina, era la hija menor de mis abuelos, entonces mi tía tiene solo 34 años. Mi nombre es Joaquim y tengo 21 años, nuestra diferencia de edad no es tan grande. Y un día terminamos bebiendo demasiado y perdimos el control, a raíz de lo cual terminamos teniendo incesto y fue uno de los momentos más calientes de mi vida. Porque mi tía es una mujer muy sexy y tener sexo con ella fue muy bueno.

Era sábado, cumpleaños de sus padres, que en este caso son mis abuelos, era cumpleaños de mi abuelo, que también se llama Joaquim. Y hubo una fiesta familiar más reservada, pero aún así una gran fiesta, donde hubo mucha comida y bebida para todos. Y como mi tía es más joven que las demás, ella y yo hablamos mucho, siempre salimos juntos. Y ese día nos reíamos de los demás familiares mientras estábamos solos en una mesa secando una botella de tequila que, por cierto, estaba muy bueno.

Pasó el tiempo, muchos ya se fueron a dormir porque estaban tan cansados ​​y borrachos y yo estaba sorprendido. Mi tía tomó la botella de tequila y me dijo que fuera a tomarlo a su cuarto, allí estaría mejor y nos divertiríamos juntas. Yo estaba confundido en cuanto a lo que quería decir con eso, pero como estaba tan borracho la acompañé, y cuando llegamos a su habitación cerró la puerta con llave y me tiró en la cama. Casi tiré el vaso de tequila sobre su cama y de repente puso música y dijo que era hora del show.

Cada vez soy más adicto a follarme a mi tía

De repente mi tía empezó a quitarse la ropa y me sorprendí, no podía salir de ahí, la vi quitarse la blusa, el sostén y mostrarme sus hermosos senos. Entonces ella estaba bailando lentamente y quitándose los pantalones y las bragas, me dijo que me las quitara con la boca. Yo ya estaba muy excitado y obedecí su orden, en cuanto me quité las bragas la traviesa frotó su coño en mi boca y caí sobre la cama y ella se puso encima de mí. Y luego mi tía comenzó a frotar su coño en mi boca y yo estaba chupando intensamente.

Ella gimió dulcemente y acarició sus pezones mientras yo continuaba con el sexo oral, después de eso se dio la vuelta y me sacó el pene y comenzamos a hacer el famoso 69. Fue muy agradable, mientras yo le chupaba el coño ella me chupaba el pene. Después de este preliminar sensacional con este intercambio de mamadas intensas, comenzó a rodar sobre mi pene. Fue realmente bueno, la besaba en la boca y ella se sentaba con fuerza, me tiraba del pelo y decía que quería hacer esto desde hace un tiempo. Pero ella era tímida, pero como bebía mucho tomó coraje.

La puse a cuatro patas sobre la cama, la sujeté con fuerza por la cintura y comencé a penetrar su coño. Y le jalé el cabello como me pidió, luego se tiró en mi regazo, me puse de pie dejándola rodar sobre mi pene nuevamente. Luego se paró con las manos en la pared y le besé el cuello y le penetré el coño con fuerza, hasta que me pidió que le penetrara el culo. Se puso a cuatro patas en el suelo como una prostituta y yo estaba penetrando su culo caliente, tuvimos sexo anal intenso y disfrutamos mucho. Después de eso tuve que irme con mis padres, pero después de esa noche siempre estuvimos practicando el incesto.