Atrapé a la novia de mi amigo rodando desnuda

Soy Diego, tengo 19 años y vivo aquí en la Ciudad de México, vivo con 3 personas más en un departamento cerca de la universidad que vivo aquí. Todos somos de Culiacán y estamos aquí en la Ciudad de México para estudiar y terminar la universidad. Y hay una chica de mi edad que se llama Luciana, es una rubia perfecta y muy guapa. Pero el único defecto es que está saliendo con uno de mis mejores amigos, João, y no me gusta esa situación. Porque cada día estoy más enamorado de su novia que es muy hermosa y me está volviendo loco de lujuria. Y un día la pillé rodando desnuda y no me pude resistir.

Se había olvidado de cerrar completamente la puerta de su dormitorio. Y me estaba cambiando de ropa porque acababa de salir de la ducha. Y ella tenía el estéreo encendido y se movía desnuda y eso me emocionó mucho. Me quedé allí mirando muy fijamente y de repente ella miró hacia la puerta y terminó sorprendiéndome en el acto. Y me sorprendí mucho, pensé que me iba a pelear por verla cambiarse de ropa, pero me hizo otra cosa…

La niña traviesa me llevó a su habitación y me arrojó sobre la cama y dijo que bailaría para mí. Y ella se balanceaba aún más sensualmente y hacía una cara traviesa mientras bailaba sin ropa mirándome a los ojos. Me volvió loco de lujuria y quería tener sexo con esta zorra en todos los sentidos. Ella vino encima de mí, se sentó en mi regazo y comenzó a moverse y yo todavía estaba en mi ropa. Luego me sacó la polla y empezó a acariciarla y seguía preguntando si siempre estuve loco por tener sexo con ella.

Tuve sexo con una chica dulce

Y la traviesa ya estaba cayendo sobre mi pene haciéndome un sexo oral de gran calidad, donde me excité mucho. Me la chupó y dijo que yo era un bastardo y un mal amigo. Porque en ese momento estaba teniendo sexo con la novia de su mejor amigo. Y a la vez le decía que era una novia pésima porque en ese momento estaba engañando a su novio con su mejor amigo. Nos reíamos y ella se subió encima de mi pene y comenzó a rodar desnuda sobre mi polla, lo que me excitó mucho.

Y yo le cogía el culo perfecto y la traviesa se iba sentando cada vez más sabrosa. Apreté sus pechos, me aferré a su delgada cintura y estaba dispuesto a poner mi polla en esta perra. Ella gemía y se sobreexcitaba en esta intensa putada que estábamos haciendo sin lujos. Me besó y no se cansó de sentarse porque decía que era la posición que más le gustaba para tener sexo. Y me encantó y seguí penetrando su coño cada vez más fuerte porque quería ser mejor que su novio en la cama. Y la traviesa gemía mucho y me decía caliente.

Y ella rodaba desnuda de deseo sobre mi pene haciéndome enloquecer de lujuria. Y para matarme de una vez por todas con placer, giró su trasero hacia mi cara y se sentó aún más fuerte. Me volvía loco y no podía aguantar más y me corrí mucho en su delicioso coño. Y la traviesa siguió sentándose con mi polla ya casi suave y se corrió bien también. Nos hicimos amantes después de ese día, y hasta que nos graduamos de la universidad tuvimos sexo casi todos los días. Hoy en día tenemos poco contacto, se casó con mi amigo, tuvo hijos, pero aún así siempre me mira con ganas.