Travesti hace sexo salvaje con gordito pervertido

Tuve sexo salvaje con un cliente lleno de dinero y muy tarado. Quería algo más duro y terminó dejándome con el culo bien magullado. Valió la pena porque gané mucho dinero haciendo sexo con este cliente travieso. Pero al día siguiente ni siquiera podía atender a mis clientes porque me dolía mucho el culo. Y os voy a contar cómo me acabó pasando todo esto hace unos 2 meses aquí en casa.

Mi nombre es Sabrina, soy una hermosa morena con pechos siliconados, culo manchado y cara de ángel. Soy travesti desde los 19 años, hoy tengo 23 y soy una de las mujeres trans más deliciosas de mi ciudad. Y un viejo lleno de dinero quería tener sexo conmigo. Realmente no sabía quién era, pero cuando el cabrón se presentó en mi piso me llevé un buen susto. Era un poderoso jefe de cartel y quería penetrarme intensamente y yo tenía que dejarle.

Tendría que complacer a este hombre y tener el mejor sexo anal de mi vida para que realmente lo disfrutara. Si a él le gustara, estaría bien, porque el dinero nunca faltaría. Así que me aseguré de tener un sexo muy agradable, pero a él le gustaba el sexo salvaje. Y tuve que participar en este sacanagem y el bribón acabó cogiéndome con rabia. Y me penetraba con mucha fuerza haciéndome daño todo. Al final mi culo estaba todo ardiente y rojo, y os contaré cómo ocurrió todo aquí en casa.

Hice un anal salvaje y me dolió el culo.

Spanish Tale3 – Cuando este gordo lleno de dinero entró en el piso me pidió un tequila y me dijo que me lo bebiera. Me tomé un chupito de tequila con él y empezamos a besarnos y yo empecé a quitarle la ropa, me arrodillé y empecé a chuparle la polla. Me sujetó la cabeza con mucha fuerza y penetró su gruesa polla con mucha fuerza en mi boca. Yo seguía ahogándome, pero él no paraba y casi vomito sobre su polla. Pero luego me soltó y dijo que sería salvaje porque es adicto al sexo salvaje.

Y sabía que sería difícil satisfacer a este gordo lleno de energía. Y después de esta intensa mamada me quité el sujetador y restregué mis grandes y deliciosos pechos contra su cara. El cabrón me dio una bofetada en la cara y me tiró del pelo, poniéndome a cuatro patas en el sofá. Me estaba penetrando en la cara con su gruesa polla de forma muy agresiva. Me abofeteaba y maldecía mientras me penetraba con mucha fuerza. Entonces se quitó el cinturón y empezó a golpearme el culo con él y yo empecé a gritar mucho.

Y el muy cabrón seguía sin parar, de hecho le encantaba oír mis gritos de dolor mientras me penetraba el culo sin florituras. Después me hizo tumbarme boca abajo con el culo agachado y fue enterrando más pene con fuerza dentro de mi culo y se me fue despellejando y quemando el culo. Y al final vino, me sentí aliviado, el cabrón me pagó un buen dinero y dijo que volvería más tarde. Y estábamos haciendo sexo salvaje muy sabroso y yo estaba con el culo todo dolorido.