Hola, ¿cómo estás? Lo que voy a revelar debe ser un secreto sólo nuestro, ¡de acuerdo! Me llamo Jhon y os voy a contar cómo acabé penetrando el culo del alcalde casado de mi ciudad. Se llama Carmen, una madura pelirroja de 46 años que me volvió loco de lujuria. Esta chica traviesa es famosa por pagar para tener sexo con chicos de 18 a 20 años. Y un día fui el afortunado, trabajo con mi tío, arreglamos la televisión.
Y la suya se rompió y fui a ver si se podía arreglar. Una enorme televisión y su casa también. Ese día tuve la suerte de que la traviesa estaba resfriada y no fue a trabajar. Estaba solo en casa, incluso los sirvientes se habían ido. Mientras examinaba el televisor, no dejaba de mirarme, de frotarme la mano en los hombros y de decir que era un joven muy fuerte. Incluso dijo que le encantaba tener sexo con hombres jóvenes como ese.
Me sorprendió un poco y le pedí que parara porque estaba casada. Cuando dije esto la traviesa se levantó la camiseta y mientras yo estaba arrodillado se corrió con su coño en mi cara. Me frotaba ese coño caliente en la cara y me decía que sería bien recompensado si me la follaba intensamente. Y no pude resistirme y comencé a chupar el coño de esta traviesa chica que gemía intensamente llamándome travieso.
No pude resistirme y tuve que chupar ese coño de olor rosado. La traviesa me abrazaba aún más fuerte y me restregaba ese coño en la cara y gritaba como una puta. Me levanté y empecé a besar su boca y ella sacó mi polla. Y entonces fuimos a la alfombra y nos desnudamos y ella se puso encima y me besaba y se sentaba sobre mi polla. Y pude penetrar en ese coño de delicioso olor y la chica traviesa gritando de lujuria.
Y me pidió que me quedara penetrando el culo caliente y apretado que tiene. Se bajó de mí y corrió al dormitorio. Volvió unos minutos después con un poco de lubricante, lo frotó en mi polla y me pidió que le lamiera el culo con lubricante. Entonces mi polla se deslizó fácilmente en su pequeño y apretado culo. Y yo estaba penetrando sin florituras y la traviesa me pedía que le tirara del pelo y le diera una palmada en el culo.
Y yo estaba penetrando el culo de safadinha con sus cuatro en la alfombra. Entonces ella se montó encima de mi polla y yo empecé a penetrarla aún más fuerte y le metía aún más profundo en el culo. Y esta safadinha se puso con todo el culo abierto y me pidió que entrara. Entonces me pidió que le chupara el coño y acabó teniendo un maravilloso orgasmo. La safada me dio un buen dinero y empecé a follar con ella casi todos los días.
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