Me senté en el regazo de mi tío por 300 pesos

Me senté en el regazo de mi tío por 300 pesos. Quiero contar esta historia sobre el día que mi tío y yo tuvimos un sexo rápido y muy sabroso. Hice que el travieso se corriera en menos de 15 minutos sentado sobre su polla. Es viejo, ya tiene 47 años, no está acostumbrado a follar con chicas calientes de 19 años. Como está acostumbrado a follar con mi tía, que también es mayor, no estaba acostumbrado. Luego se vino muy rápido teniendo sexo conmigo, una jovencita muy traviesa.

Mi nombre es Gabriela, tengo 19 años y terminé teniendo sexo con mi tío. Esto es todo lo que sucedió hace 12 días entre él y yo. Fue en su casa, me dio 500 pesos ya cambio de todo ese dinero tuve que sentarme un rato en su pene. Así terminé divirtiéndome y también haciendo que el cabrón se corriera. Realmente disfrutó esta experiencia a pesar de que fue demasiado rápido para él. Y si te gustan las buenas historias de incesto, lee esta hasta el final y tendrás un hermoso orgasmo.

Como vive al lado, siempre voy allí porque amo a mi tía. Me trata como a su hija y nos llevamos muy bien, tenemos una gran relación. Pero mi tío, es un viejo travieso y cada momento quiere tener sexo conmigo. Pero yo no lo acepto haciendo eso, siempre exijo respeto, pero un día me provocó, me ofreció todo este dinero. Y también dijo que era solo para temblar un poco y que si venía me podía ir.

Me senté en el regazo de mi tío por 300 pesos

Como era mucho dinero, terminé aceptándolo, no podía rechazarlo. Fui a tu casa cuando mi tía fue al mercado y el viejo me entregó todo el dinero. Lo puse en la bolsa y se sentó en el sofá y se sacó el pene. De esa manera me quité la ropa lentamente, primero la blusa y froté mis senos en su boca. Sacó su pene y lo estaba acariciando muy bien. Luego me lo metí en la boca y lo chupé.

Se excitó mucho y para excitarlo aún más comencé a sentarme en su pene. Era bastante pequeño y todavía un poco blando porque ya era bastante viejo. Así que me senté y gemí en su oído. El viejo travieso me golpeó el culo con fuerza, me besó en la boca y me llamó joven caliente y puta. Lo dejé loco de lujuria y me senté con más fuerza y ​​besé su boca, seguí frotando mis senos en su rostro y no pudo más.

Inmediatamente sentí que el viejo travieso se venía dentro de mi coño. Se vino mucho dejándome toda sucia con ese sexo caliente y rápido. Cuando bajé de la parte de arriba ensuciamos toda la leche fresca, él tuvo que limpiar todo porque me puse la ropa y me fui mientras me gritaba que lo ayudara. Y así gané mucho dinero a cambio de un sexo muy rápido con este viejo bastardo que no puede tomar nada durante el sexo, muy débil.