Penetrando el culo de la jovencita de 18 años

Estuve un día entero penetrando el culo de la jovencita de 18 años que es simplemente la hija de mi mejor amiga que también es mi jefa. Tengo una fuerte amistad con Roberto, mi mejor amigo y mi jefe, trabajo en su empresa desde hace años y tenemos muy buena relación. Pero la lujuria por las mujeres es una adicción que tengo y tiene una hija que creció, se llama María Guadalupe, una hermosa jovencita de 18 años, blanca perfecta, tenía 18 años y es mucho más muy caliente.

Y un día tuve que ir a casa de mi amigo a arreglar la ducha que se había quemado. Él se quedó en la empresa y yo fui a su casa a realizar esta tarea. Y cuando llegué la chica nueva no estaba esperando a que llegara alguien a casa y terminé pillándola en el salón viendo porno y masturbándole su delicioso coñito rosa. Ella se congeló y yo también, mirándonos fijamente. Ya se cubrió con las almohadas que estaban en el sofá y me dijo que no le dijera a sus padres lo que vi.

Y como siempre quise tener sexo con ella, decidí usar eso a mi favor. Y dijo que lo mantendría en secreto si ella tenía muy buen sexo anal conmigo. Se puso un poco pensativa y dijo que no lo haría, que yo era casi como un tío para ella. Tomé mi celular y comencé a llamar a su padre y le iba a contar todo. Luego se corrió aún desnuda, tomó mi celular y lo apagó. Y vino besándome la boca y me llevó al sofá donde íbamos a hacer la guarra que tanto deseaba.

Penetré el culo de una jovencita traviesa

Ella estaba besando mi boca y sacando mi polla. Esto ya me emocionó mucho y mi polla estaba completamente dura. Y la chica traviesa estaba sentada en mi polla y me llamaba viejo malo y yo estaba sosteniendo su culo caliente y penetrando su coño. Para excitarme aún más le puse el dedo en el culo a la joven a la que se le puso la piel de gallina y soltó un chillido cachondo y me estaba llamando viejo bastardo mientras se sentaba. Me pidió más pulgares en el culo y le dije que podía conseguir algo mucho más grande.

Y yo estaba metiendo mi polla en el culo de la jovencita y ella se emocionó mucho y me lo dijo. “Eres mucho mejor que mi pequeño novio”. Y me volvía loco porque recibir un cumplido como ese me emocionaba aún más. Y luego comencé a penetrar aún más fuerte el culo de esta jovencita traviesa haciéndola gritar por toda la casa. Ella gemía mucho y mi polla entraba con máxima potencia en el culo caliente y apretado de esta hermosa traviesa de tan solo 18 años.

Y seguí penetrando con fuerza en el culo de la jovencita traviesa del salón volviéndola loca de lujuria. Ella gritaba mi nombre y me rogaba que la penetrara más y más profundamente. Y terminé corriéndome así y luego tomé aire, recuperé mi energía y la hice correrse penetrando su coño rosado. Y fue el mejor día de mi vida, y después de eso todavía nos encontramos en el motel y nos hicimos amantes por un tiempo. Hasta que su padre la mandó a la capital a estudiar y acabó con mi alegría.