Vi a mi papá follándose a la sirvienta en la cocina

Vi a mi papá follándose a la criada en la cocina. Esta historia sucedió hace un par de semanas y me emociono cada vez que la recuerdo. Y me puse muy cachondo escribiendo esta historia que pasó aquí en casa. Era la primera vez que veía a dos personas teniendo sexo frente a mí, y yo estaba bien escondido a unos metros de ellos y no me vieron. Mi nombre es Pedro y vi a mi propio padre engañando a mi madre con la criada. Su nombre es Marcela, una morena de 26 años que tiene un culo realmente grande y caliente.

Mi madre tuvo que viajar a la ciudad de mi abuela porque estaba enferma y necesitaba que alguien la cuidara. Se quedó allí un mes y por eso tuvo que llamar a alguien para limpiar la casa y hacer el almuerzo para mi padre y para mí porque no sabemos cocinar y trabajamos todo el día. Así que llamó a una mujer que trabaja en la casa de su amiga. Entonces fue cuando Marcela empezó a trabajar aquí en casa. Y la primera semana terminé viendo suceder esta locura.

Terminé saliendo temprano del trabajo porque ese día estaba un poco resfriado. Y como ya había hecho todo lo que tenía que hacer, mi jefe dijo que podía irme a descansar. Llegué a casa sin hacer mucho ruido y fui a la cocina a buscar un poco de agua y algo de comer, fue entonces cuando se abrió la puerta del baño y escuché a mi papá y a Marcela riendo y hablando sucio, así que me escondí en uno de los armarios de la cocina. el medio de las ollas. Y a la vez aparecieron y mi padre ya sacó el pene y Marcela se arrodilló y empezó a chuparle la verga.

Vi a mi papá follándose a la sirvienta en la cocina

Estaban en el baño y continuarían el sexo en la cocina. Y yo estaba muy emocionada porque Marcela estaba muy caliente, sus pechos eran grandes y redondos. Y su enorme culo es muy caliente y me emocionó mucho. Se subió a la mesa acostada boca abajo con el trasero hacia arriba. Y tuve que sacarme el pene y me estaba masturbando porque ella estaba muy buena. Y mi padre penetraba con fuerza el coño de la traviesa y le daba palmadas en el culo.

Era como ver una película de sexo, pero real y frente a mí, es como si estuvieran grabando la película y yo estaba detrás del escenario viendo todo. Marcela gemía placenteramente y mi padre la llamaba puta y su pene le penetraba el coño mientras le golpeaba el culo con fuerza. Seguro que le dio a esa perra mucho dinero. Golpeó muy fuerte y luego fue él el que estaba encima de la mesa y la niña traviesa empezó a sentarse en su pene. Era una mesa bastante resistente para apoyarlos a los dos encima de ella y seguir teniendo sexo.

Me estaba masturbando intensamente mientras veía a mi propio padre follar a esta zorra. Después de eso, ella estaba en el suelo a cuatro patas y él la estaba penetrando aún más fuerte hasta que se corrió en su coño. Luego cayó al suelo y se quedó allí descansando después de disfrutar de la criada traviesa. Entonces lo vi sacando el dinero de su billetera y dándole 100 dólares a la niña traviesa que estaba muy contenta. Fueron al baño a darse una ducha y en ese momento salí y corrí a mi habitación.