Mi hermano y yo nos acostamos con nuestra traviesa tía y tuvimos la mejor experiencia sexual de nuestras vidas. Todo lo relataré aquí a través de este relato erótico sobre esta historia real que ocurrió hace 5 meses en casa de mi tía Rosalía, una mujer madura, morena, de grandes tetas y un poco traviesa. Está casada con mi tío Roberto, pero con los años su relación se ha enfriado y mi tía empezó a engañar mucho a mi tío. Un día mi hermano y yo fuimos a su casa a recoger un caramelo que había hecho, pero se nos olvidó decirle que íbamos y cuando entramos una sorpresa.
Vimos a nuestra tía teniendo sexo con la vecina, al mismo tiempo se asustó porque entramos sin llamar a la puerta y por eso ella y su amante se asustaron mucho. El vecino al mismo tiempo ya se puso la ropa y se fue sin siquiera mirar atrás y mi tía aún sin ropa se quedó paralizada y al poco tiempo ya nos pedía que olvidáramos lo que acabábamos de ver. Pero no podía quedarme callada viendo esos hermosos y grandes pechos perfectos frente a mí. Mi hermano, que también es un pervertido, dijo que se callaría con una condición.
Mi tía preguntó cuál era esa condición y él empezó a decir que se quedaría callado si tenía sexo con nosotros en ese mismo momento. Ella y yo también nos sorprendimos con esta petición, y mi tía dijo que lo haría porque así nunca podríamos contar lo que pasó con nuestro tío ya que también tuvimos sexo con ella. Todavía me sentía un poco incómodo con esta idea, pero cuando volvió a quitarse la ropa y me mostró sus perfectos y grandes pechos confieso que me excitó mucho.
Luego se acercó a mí y empezó a sacar mi pene y empezó a sacar el de mi hermano también. Se sorprendió porque nuestras pollas eran muy grandes, la traviesa se arrodilló y comenzó a chupar y al mismo tiempo. Apoyó mi polla cerca de la de mi hermano y estuvo chupando sin florituras dejándonos cada vez más excitados. Y ya estaba agarrando los enormes pechos de mi traviesa tía que se tragaba nuestras pollas sin adornos y decía que si supiera que estábamos tan sabrosos lo habría hecho hace mucho más tiempo.
Después de que nuestra tía traviesa hizo un sexo oral muy sabroso, ella estaba cuatro en el sofá con su culo caliente para arriba. Y mi hermano ya estaba chupando más el coño y el culo tarado de nuestra traviesa tía dejándola mojada de lujuria. Entonces empezó a meter su polla dentro de su caliente coño, ella me llamó diciendo que no tenía que ser tímida, y siguió chupando mi polla dejándome muy excitado. Mi hermano le dio una palmada en el culo a nuestra traviesa tía y ella gritó de placer, diciéndole que la penetrara aún más fuerte y él fue con toda la brutalidad metiéndole la polla en el coño.
Después me tocó a mí, me senté en el sofá y mi traviesa tía se corrió sentada sobre mi polla. Y al mismo tiempo chupaba la polla de mi hermano, que le cogía los grandes pechos y aún así la traviesa no dejaba de sentarse. Al final para dejarnos aún muy excitados nos dijo que nos chuparía la polla de nuevo, así nos corrimos en su boca. Este día fue muy sabroso y pasó otras veces después, porque no podemos olvidar a nuestra tía y cómo ese sexo era sabroso.
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